Ya no somos los mismos.
Luego de 11 años en Chile, una de las compañías de telecomunicaciones más grandes de América, decide dar un vuelco en su comunicación. Porque si las distancias, la forma de hacer familia y hasta de conocerse cambiaron, Claro también lo hace para acompañar a los chilenos día a día en este mundo que no para de sorprendernos.
Claro, lo bueno de cambiar.